'Los Juegos del Hambre': ¿De qué la va la posible sucesora de Crepúsculo?

Con la primera entrega del final de la saga Crepúsculo pisándonos los talones, hoy quiero dedicar este espacio para darles algunos detalles acerca de la que, a mi entender, será la sucesora de la historia de vampiros, hombres lobos e histeriqueo sexual que cautivó a buena parte del público adolescente. Se trata de "Los juegos del hambre" (The Hunger Games), adaptación de la trilogía literaria creada por Suzanne Collins que se cansó de batir récords de ventas en Estados Unidos y gran parte del mundo.

Ante todo quiero llevar algo de tranquilidad a todos aquellos que ya se encuentran hasta la coronilla de relatos protagonizados por los famosos chupasangre. Si bien se vuelve a repetir el triángulo amoroso entre la heroína y los dos galancetes de turno, en esta ocasión, la novela de Collins les ha dado descanso a los colmilludos amantes de la hemoglobina.
A estas alturas, quienes no hayan leído los libros, y dada la extravagancia del título, se estarán preguntando: ¿De qué la va este nuevo film?...

Pues bien, en primer lugar quiero decirles que no se trata de una olimpíada entre los países más pobres del mundo, ni una competición para ver quién es el más delgado del planeta. No. Resulta ser que en un futuro post-apocalíptico, y tras varias guerras, Estados Unidos dejó de existir tal como lo conocemos hoy en día. De las cenizas de la actual potencia (que, para ser sinceros, está dejando de serlo a pasos agigantados) surgió Panem, un nuevo territorio dividido en doce distritos regidos bajo el tiránico poder del Capitolio.

Los Juegos del Hambre son una especie de Gran Hermano sangriento, un evento conmemorativo, instaurado por el Capitolio, para recordar los Días Oscuros, un tiempo en que los distritos se levantaron en su contra, pero sucumbieron ante su puño de hierro. Las reglas son claras: cada año los distritos deberán entregar a dos niños de entre doce y dieciocho años (un hombre y una mujer) para enfrentarse, en un estadio al aire libre, en un combate a muerte en el que sólo uno podrá sobrevivir. Todo esto televisado y con la obligación de ser visto por todos los habitantes, inclusive los padres de los competidores. Esta es la diabólica manera que encontró el Capitolio para recordarle a los distritos que se encuentran completamente rendidos a su voluntad y que no tienen ninguna posibilidad de intentar otra revolución.

A diferencia de la liviandad temática de la obra de Stephenie Meyer, lo interesante de esta trilogía es que, si bien le da un lugar importante al romance, también alude a tópicos mucho más profundos como la lucha contra la opresión o la búsqueda constante de la libertad, todo esto matizado de innegables paralelismos con el mundo actual.

El director elegido para llevar esta sangrienta competencia a la pantalla grande es Gary Ross, un realizador con escasos pergaminos que hasta ahora cuenta con "Alma de héroes" (Seabiscuit) como su obra más renombrada (por llamarla de alguna manera). Entre el populoso elenco encontramos a Jennifer Lawrence, Liam Hemsworth y Josh Hutcherson en los papeles principales (Katniss, Gale y Peeta, respectivamente). Junto a ellos aparecen actores de la talla de Stanley Tucci, Elizabeth Banks, Woody Harrelson, Donald Sutherland y el cantante Lenny Kravitz, con un personaje muy llamativo y para nada secundario en lo que hace al desarrollo de la historia.

Estos son algunos de los pormenores de esta historia atrapante, destinada a cautivar la atención y los corazones del público teen y de varios de los que ya comenzamos a peinar canas. Eso sí, deberán tener un poco de paciencia porque su estreno en Estados Unidos está previsto para el 23 de marzo del año entrante. Ganar significa fama y riqueza, perder es la muerte segura. ¡Los septuagésimo cuartos Juegos del Hambre están para comenzar! Que la suerte este siempre, siempre de vuestra parte.

Nota Por Jorge Daniel Cejas
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